¿Puede una mujer
insegura vencer sus miedos y convertirse en una mujer exitosa y feliz?
La respuesta es sí,
sí se puede vencer la inseguridad aunque una mujer no se sienta exitosa o
segura de sí misma, es la fuerza de su corazón lo que le va a permitir
reconocer su valor y mostrar al mundo su autenticidad. Existen dos
armas poderosas para vencer la inseguridad y dar paso a una mujer exitosa y
feliz: autoestima y autenticidad, armas que muchas veces
subestimamos pero que nos van a permitir triunfar en todos los aspectos de la
vida.
Estamos tan acostumbrados a vivir en un mundo tan
banal que damos por sentado lo que realmente importa y reducimos los
estándares de belleza a la apariencia física; no podemos negar que la
apariencia siempre atrae, sin embargo, solo la personalidad llega al corazón.
Actualmente estos estereotipos de belleza influyen mucho en la seguridad de una
mujer, he tenido la oportunidad de ver mujeres increíbles que se sienten
inseguras por no tener un cuerpo perfecto o suficientes “likes” en sus fotos
o por no tener miles de seguidores en redes sociales y se ven tan afectadas
emocionalmente que terminan por bajar su autoestima ya que le
atribuyen este valor a causas externas, lo cual es un gran error porque el
valor de una mujer no se mide por likes ni seguidores. La seguridad
que proyectes a los demás solo depende de ti, desafortunadamente estamos
viviendo en un mundo en el cual estos números son más importantes que la
personalidad.
Una mujer segura no es la que deslumbra con su
apariencia física ni la que tiene las medidas perfectas, no es la que tiene el
cutis de porcelana o aquella que no tiene celulitis en su cuerpo, no es la más
popular en las redes sociales o la que tiene 1000 hombres a sus pies, no es la
que viste ropa de diseñador o viaja por todo el mundo; una mujer segura es la
que refleja en sus ojos su forma auténtica de ver la vida y le
apuesta a sus sueños y no descansa hasta conseguirlos, es aquella que
a pesar de las adversidades se levanta, recoge sus pedacitos y se
reconstruye para enfrentar al mundo renovada.
Muchas veces el peor enemigo de una mujer, no es
otro que ella misma, el problema radica en que, si ella no cree en sí misma,
¿Quién lo va a hacer? Se encierra tantas veces en una cárcel de pensamientos
negativos y se limita por temor, por no sentirse suficiente y termina cayendo
en su trampa, por eso, construirse, no es de un solo día, todas esas piezas,
pequeñas y grandes, son la base para construir su castillo. Una mujer
auténtica y segura, nace de aquellos tropiezos contra el suelo de la vida y de
la realidad y no permite que las piedras que la intentan derribar difuminen su
autenticidad.
Una mujer segura no espera que llegue el momento
correcto para actuar, ella hace que cada momento sea correcto, así que no
esperes más, es hora de hacer lo que quieres, lo que piensas y sueñas, es
momento de levantar tu voz, de creer en ti misma, de sonreír y ser feliz, es
momento de que hagas todo lo que te apasiona así que aléjate del ruido, sigue
tu camino, muestra tu potencial y todo lo que te hace auténtica; trabaja
diariamente en ti y no te juzgues, tú vales mucho más de lo que crees y nunca permitas que
te digan lo contrario porque nadie tiene idea por lo que estás pasando, ni de
lo que eres capaz, no saben de tus sueños, de cómo luchas para conseguirlos y
de todas las lágrimas y esfuerzos que dejas en cada uno de ellos, por eso no
olvides quién eres y lo que vales, lo que quieres y mereces porque
en tu interior hay una niña con sueños que no quiere que le fallen, cree en ti
y hazte un gran favor, no te falles.
Ten presente que para admirar a los demás no es necesario apagar tu propio
brillo ni esconder eso que te hace tan maravillosa y única.
Construye tu camino con esfuerzo y baja de pedestales a quienes no te miran desde tu misma altura, la altura de tu corazón.
Adriana Berrío F.
No hay comentarios:
Publicar un comentario