domingo, 28 de junio de 2020

Crecimiento personal en tiempos de cuarentena.




He estado pensando en uno de los mayores peligros del crecimiento personal en estas últimas semanas, debido a la aparición del Virus del cambio y la transformación mundial como quise llamarlo en uno de mis artículos anteriores. Y es que es muy difícil no pensar en toda esta situación que para bien o mal nos ha traído el Covid-19 a nuestras vidas. El peligro es este: aprendemos una lección crucialmente importante que nos cambia la vida, y luego nos olvidamos de todo y seguimos como si nada y es normal que pretendamos volver a la vida de antes, y cualquiera podría caer en esa trampa. 

Epifanías sobre los cambios que deseamos hacer, o verdades simples que deseamos llevar adelante incluso una vez que las cosas vuelvan a la "normalidad". Pero la integración de estas lecciones y verdades en nuestras vidas en el futuro no es garantía de nada, de hecho, para la mayoría de las personas, es mucho más probable que nada cambie.

Nos obligaron a oprimir el botón de reinicio de algo que nunca podríamos volver a tener en nuestras vidas. Y, sin embargo, la mayoría de las personas volverán a vivir esa misma vida que tenían antes, llena de estrés y tensiones, de proyectos e ideas emprendedoras que nunca empezaron o terminaron, una vida llena de invitaciones, eventos y actividades diarias. En fin, el botón de reinicio no es cosa sencilla porque una vez que  te adaptas a algo es muy difícil cambiarlo, y llevamos la mayoría de nuestras vidas haciendo las cosas igual, dejando todo para después, las emociones, los sentimientos, los proyectos y seguimos creyendo que tenemos la vida comprada y aun así no aprendemos. Simplemente no podemos seguir permitiendo que esto pase. Entonces, ¿qué podemos hacer?, el primer paso es hacer un balance consciente de cuáles son esas lecciones y codificarlas para que no las olvidemos e identificar qué es lo que de verdad queremos para nuestras vidas. 

Algunos lugares se han abierto. Otros lugares apenas están comenzando a abrirse. Y creo que esta es una coyuntura importante pero temo que esas realizaciones no significarían algo si simplemente vamos al siguiente capítulo de nuestras vidas sin encontrar una manera de consolidarlas.

Estos  últimos tres meses han sido duros para nosotros, así que hoy  me atrevo a proponerte a ti, si a ti que me lees, ¿por qué no cambiamos el chip y hacemos que las cosas funcionen a nuestro favor? ¿Por qué no utilizamos esa energía para bien y nos enfocamos en el cambio que queremos ver reflejado en nuestras vidas?

 Winston Churchill dijo una vez: "Los hombres ocasionalmente tropiezan con la verdad, pero la mayoría se levanta y continúa como si nada hubiera pasado". No seamos esas personas, no perdamos la conexión de nuestra vida, no sigamos como si nada, utilicemos esas situaciones con el fin de mejorar en todos los aspectos de la vida.

Existe una filosofía emprendedora en mi mente y me atrevo a decir que en la de todos, sé qué hay cosas que siempre hemos querido hacer durante mucho tiempo y no hemos podido y que justo cuando nos decidimos llegó este virus a ponernos en pausa en la línea del tiempo. Esto realmente debería ser una metáfora de la vida. No podemos posponer las cosas que realmente queremos hacer ni seguir culpando al tiempo, al trabajo o a los problemas por no hacerlas, porque solo tenemos el presente y los días milagrosos están sobrevalorados.

Creo que este es un año increíble para el crecimiento personal y por eso quiero invitarlos a invertir en su crecimiento, y esta es la forma más cercana que tengo para hacerlo, este es el camino más inmersivo y profundo que tengo para llegar a ustedes. Así que no perdamos más el tiempo y revaluemos nuestra vida, porque el momento de actuar es ahora.


Adriana Lucía Berrío F.

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