Mi viaje no planeado a Nueva York
Aún recuerdo mi viaje no planeado a Nueva York. Creo que es una de las aventuras más fascinantes que he vivido aunque debo admitir que al principio no fue así.
Estaba de vacaciones en Miami y necesitaba ir a Orlando a realizar unas compras, llegué al Aeropuerto Internacional de Miami porque se suponía que de ahí salía un "Red Couch" a Orlando, debí comprar el ticket por internet pero no fue posible por un problema en la página, esperé más de una hora en una estación de autobuses, estaba muy cansada y desesperada, cuando giro hacia un lado, reacciono y me digo “Adri, ¿Estás en el aeropuerto Internacional de Miami, traes equipaje contigo y estás esperando por un bus? Inmediatamente, busco en internet una aerolínea y veo vuelos disponibles a Nueva York en 2 horas y ese era justo el tiempo que debía estar en el aeropuerto; sin pensarlo dos veces compré el ticket. Estaba súper ansiosa y a la vez emocionada. No pensé que podría lograrlo, pero lo hice; conocer Nueva York siempre había sido uno de mis sueños y sentía que estaba a un paso de lograrlo.
Cuando llegué a Nueva York, me sentí abrumada, diminuta y con mucho miedo. Viajar sola no es fácil, de hecho no pude dormir la primera noche de hotel porque el miedo que sentía era más grande que yo, me sentía intimidada por tanta gente, por sus largas avenidas y sus edificios enormes.
Time Square, es el símbolo de Nueva York y la imagen más famosa de la ciudad

The Brooklyn Bridge, más que un puente, es un símbolo de la ciudad de Nueva York. De hecho, una de las primeras cosas que uno quiere hacer cuando va a Nueva York, es cruzar el famoso Puente de Brooklyn, tantas veces visto en películas y anuncios; cruzarlo caminando es una de las mejores maneras de disfrutar de las vistas sobre el East River y el Skyline; recuerdo que fueron más de dos horas caminando para llegar a él y siempre que preguntaba por alguna indicación para llegar , las personas trataban de desanimarme y me
decían que debía tomar transporte y les confieso que no quería transporte, necesitaba caminar, mi cuerpo me lo pedía. Ese día me sentía indomable, sentía que podía llegar a donde yo quisiera en la vida y en realidad fue así y no me arrepiento de todo lo que caminé para llegar a él y lo volvería a hacer sin pensarlo dos veces.

Es increíble, como un simple acto de valor puede cambiar nuestra perspectiva de ver la vida, como puede transformarnos y alentarnos a ser mejores personas. Tal vez para algunos sea un simple viaje, ya que no todos tomamos los cambios de la misma manera, pero cuando aprendes a valorar todo el trabajo y esfuerzo que te cuesta conseguir lo que quieres, sin duda se convierte en una de las experiencias más gratificantes de la vida.
Muchas veces, no nos atrevemos a hacer las cosas que queremos, ya sea por miedo, falta de tiempo o dinero, pero cuando intentamos hacer lo que queremos y le ponemos todo el corazón y las ganas, el universo conspira para que podamos lograrlo. Atrévete a hacer eso que jamás has pensado, aquello que se sale de tus propios límites, arriésgate y hazlo con ganas y disfruta cada paso que das para lograr todo lo que te propones.
Pd; Que tus sueños tengan ese coraje que a veces te falta a ti, recuerda que todo lo que quieres, está al otro lado de tus miedos, así que no dejes de soñar, porque tus sueños conocen el camino al éxito. Tus sueños te llevarán donde debes estar. Explora, sueña, descubre y se feliz.
Jamás imaginé que un frenesí, me iba a regalar una de las experiencias más emocionantes que he vivido. Gracias Nueva york, sin duda volvería a caminarte. Tu corazón es tan grande como tú.
Adriana Lucía Berrio F.
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